Asier Antonio (Jugador del Balonmano Aragón)

Cuando me propuso Todo BM Aragón hacer una reflexión sobre esta última temporada me dio un poco de respeto, aunque he de decir que ha sido un placer recordar todo lo ocurrido. Espero que os guste la visión de un miembro de la plantilla de esta difícil pero a la vez exitosa temporada.

Lo primero que quiero destacar de esta temporada es la calidad humana de los componentes de la plantilla y cuerpo técnico (entrenadores, fisios, médico, delegado, etc.). Es un tópico hablar del buen ambiente del vestuario, pero en este caso ha sido una realidad y uno de los grandes éxitos del equipo.

Sin esta cohesión que ha habido en el equipo seguramente no hubiéramos podido repetir la mejor clasificación de la historia del club e incluso pelear hasta las dos últimas jornadas por la Champions League.

Siempre se dice que en los momentos difíciles es donde se ven a los grandes equipos y este año hemos pasado momentos muy malos en los que el equipo siempre ha ido a una (cosa que no es nada fácil en grupos tan heterogéneos). Con los capitanes, veteranos y jugadores con menos experiencia se consiguió formar un grupo que disfrutó jugando a balonmano, intentando dejar fuera del 40x20 los problemas extradeportivos que estábamos pasando.

A principio de temporada nos fijamos como objetivo competir por una de las plazas que daban acceso a competición europea. La primera vuelta no fue del todo buena y, para colmo, nos eliminaron de la competición europea a las primeras de cambio (momento deportivo más duro de la temporada). Podríamos habernos amparado en excusas: la situación económica del club, las bajas de Sergio, Toño y Deme (piezas importantes del equipo), la falta de experiencia de algunos jugadores, etc. pero si esto hubiera ocurrido, el equipo no hubiera evolucionado. De este tipo de circunstancias nació el hastag #músculomental que nos ha acompañado esta temporada.

En la pretemporada de Enero trabajamos muy duro tanto a nivel físico como psicológico, nos comprometimos a mejorar sin ponernos límites, con la seguridad de que podíamos dar mucho más. Lo demás ya es historia, una segunda vuelta donde conseguimos enganchar a más público en el Príncipe

Felipe, con un gran balonmano, ganando en casa a equipos de la talla de Naturhouse, Granollers y Ademar, terminando la temporada en 5ª posición y muy cerca del 3º puesto que nos hubiera dado plaza de Champions.

A principio de temporada, debido a la incertidumbre del club, noté a la afición muy fría e incluso enfadada, también es verdad que yo venía de una de las aficiones más calientes de la Liga, pero a medida que avanzaba la temporada, los jugadores hemos notado un cambio espectacular, la afición disfrutaba con nuestro juego y nos lo transmitía, convirtiendo los últimos partidos en una fiesta del balonmano en la ciudad. Cabe destacar el aumento de niños en las gradas, que cada fin de semana venían a disfrutar del balonmano y a conocer a sus jugadores.

Está claro que no todo ha sido un camino de rosas, todos conocéis la situación económica por la que está atravesando el club, situación de la que esperamos que se consiga salir cuanto antes para que podáis seguir disfrutando de vuestro equipo de balonmano en la élite.

Esta situación ha sido muy dura para todas las familias que formamos parte del Balonmano Aragón, y este sería la gran china o pedrusco de la temporada. Aun así, esperamos que se cumpla con las mensualidades que se nos adeudan y que mejoren los problemas económicos para que el club pueda continuar en la élite.

A pesar de todo, tengo que decir que, este año en Zaragoza, ha sido una gran experiencia personal, se lo debo a mi familia que se mueve conmigo a donde sea sin pensar en nada más que estar juntos, a mis compañeros y cuerpo técnico con los que he disfrutado tanto dentro como fuera del campo, y a toda la gente que forma parte de una u otra manera del Balonmano Aragón, ya que en poco tiempo me han hecho sentir muy querido y respetado por todos.

¡Un saludo y ojala nos veamos el próximo año en el Príncipe Felipe!